Prólogo
«Una herida es, a veces, también un lugar donde vivir».
Joan Margarit.
Caótica es visceral. Un viaje en el tiempo y hacia dentro. Un recorrido por los sentimientos. Hay textos en este libro que más que escritos son vómitos en noches de dolor. De esas que despiertas a la mañana
siguiente y no recuerdas haber estado abrazada al váter.
Hay textos en este libro que son las palabras que querría haber escuchado. Otras que son justo el abrazo que supisteis darme. O el que me di en días en los que no había nadie.
Es caótico, como lo son los pensamientos en una mente que se ha quedado atrancada. Que busca la vía de salida. Que a veces la vislumbra y se acerca a la luz para acariciarla levemente. O para sentir su caricia. Y otras se mueve en los túneles más oscuros de una estación desconocida que trae recuerdos, imágenes y palabras que quedaron prendidas en algún lugar de los pasadizos que la construyen.
Quizá os encontréis en alguno de esos túneles. Quizá os reconozcáis en la luz o en la oscuridad. Puede que obtengáis alguna respuesta o puede que nazcan muchas más preguntas.
Solo sé que caótica es la estela que deja nadar desde el fondo hacia la superficie. La bocanada de aire al encontrarla. La sal en la garganta de la ola que vuelve, irremediablemente, a tragarte(me) hasta el fondo para volver a empezar. Un día más.